INTRODUCCIÓN
NO HAY DUDA de que a los españoles les gusta el porno. En el ranking mundial de la web Pornhub, España ocupa el 13º lugar entre los países que más consumen esos contenidos. “Esos contenidos destruyen nuestra capacidad natural de fantasear, matan la imaginación, porque haces el amor con una pantalla mental, con las imágenes que tienes en la cabeza, no con tu amante, y eso es terrible”, explica la psicoterapeuta Marie Lise Labonté, autora del libro Hacer el amor con amor.
Los terapeutas tratan cada vez más problemas derivados del consumo habitual de pornografía. “La saturación de sexo con mucho impacto provoca un desencanto con la pareja»señala el sexólogo y terapeuta Pedro Villegas.
Según Villegas, esto está provocado en las mujeres un aburrimiento sexual por insatisfacción: en el porno, generalmente, la mujer es un objeto sin más deseo ni goce que satisfacer al hombre. “Esa tontería de querer que todo el mundo haga prácticas por sistema está convirtiendo el sexo en algo aburrido y frustrante para la mayoría, sobre todo mujeres, que piensan que si no disfrutan con eso es porque son unas reprimidas o no saben hacerlo”.
A pesar de lo anterior, es indudable que la pornografía, a la medida del gusto de cada cual, es excitante, desinhibe y despierta el deseo. Y eso puede resolver una fase de astenia en la pareja. Las condiciones para que estimule y fortalezca la relación son claras: que sea una decisión acordada entre ambos y que compartan el momento. Labonté añade una precaución: “Evitar que se convierta en costumbre, que la pareja no pueda excitarse sin esas imágenes”.

La pornografía es adictiva
La pornografía cumple los requisitos de las drogas adictivas: hay una recompensa inmediata (masturbación y orgasmo) y se puede repetir cuantas veces se quiera de manera fácil.
Nosotros lo anunciábamos
La pornografía, a la medida del gusto de cada cual, es excitante, desinhibe y despierta el deseo.
Propongo que se busque ayuda. Hablen, ahí juegan la voz, los sentidos, la imaginación de cada uno. Escuchar cosas fuertes, subidas, al otro, eso es mucho más placentero y excitante que ver una pantalla. rescata de lo vacuo y le devuelve el sentido al placer