Descripción
MÓDULOS SOBRE PREVENCIÓN
La conducta de jugar, intrínseca en el hombre e íntimamente relacionada con sensaciones de placer, puede convertirse en una conducta problemática de graves consecuencias. Se considera que es una conducta patológica cuando el individuo pierde la libertad de jugar y el juego pasa a ser una necesidad prioritaria, con el consiguiente deterioro de la vida individual, familiar y social. Buscamos sobre todo en primer lugar que se comprenda emocionalmente los riesgos del juego compulsivo y en su defecto el control de impulsos y cómo funciona el sistema de gratificación. Sabemos que El sujeto seguirá jugando, a pesar de que su conducta distorsiona o lesiona objetivos personales, familiares o profesionales. Los criterios diagnósticos estarían dentro de las siguientes categorías: Progresión, Preocupación, Intolerancia a las pérdidas, Indiferencia a las consecuencias.

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